Si tuviese que elegir un final de etapa para decidir una gran vuelta por etapas a ‘cara de perro’ este sería este coloso alpino, un puerto explosivo y de gran dureza que ha visto volar por sus duras rampas a los más grandes escaladores de la historia como Fausto Coppi o Marco Pantani. Sus 21 curvas de herradura –una cada 600 metros– incitan desde el primer kilómetro (10,6%) a poner un ritmo vertiginoso en la salida de cada curva.
Y es que el Alpe D’Huez forma parte del póker de puertos más decisivos de La Grande Bouclé junto al Tourmalet, el Mont Ventoux y el Col du Galibier.