Alto del Angliru, perfil del puerto más duro de España
Toda gran carrera por etapas tiene un gran puerto. Al menos es lo que a uno le viene a la mente cuando relacionas Tour de Francia con Tourmalet o Giro de Italia con Passo dello Stelvio. La Vuelta a España siempre había echado en falta un coloso famoso a nivel mundial, hasta que llegó el Angliru, en Asturias, un infierno por sus rampas imposibles para aquel ciclista que se atreve a subirlo.
Angliru, empieza el infierno
Un día la organización de la ronda española decidió emplear una nueva fórmula basada en buscar nuevos puertos de montaña para hacer más espectacular la carrera y dar a conocer a los aficionados nuevos retos, algunos ya consagrados como santuarios de este deporte.
El detonante de este fenómeno no fue otro que el Alto del Angliru. Un camino de cabras empleado por los ganaderos de Asturias que de la noche a la mañana se convirtió en la meca del cicloturista español. Cueña les cabres (23,5%), Les Cabanes (22%), El Aviru (21,5%) o Cobayos (21,5%) son algunas de las cuestas imposibles que dan identidad a este puerto.
Siempre Chava
En su primera edición de 1999, se mezcló todo, para vivir una de las etapas más épicas en la historia del ciclismo español. El clásico orbayu asturiano se transformó en una intensa lluvia que convirtió el ascenso a L’Angliru en un auténtico ejercicio de supervivencia.
Los descensos de la Cobertoria y el Cordal habían seleccionado la carrera con caídas de ilustres como Olano, Escartín o Piepoli. A pie de puerto en Riosa, Pavel Tonkov, el más valiente de todos se perdió entre la niebla. Por detrás, los dos más fuertes –Chava y Heras– se medían para lanzar un cambio de ritmo, pero en l’angliru no hay cambios de ritmo posibles.
Mientras Tonkov dejaba atrás la Cueña les Cabres –máxima de un 23,5% de desnivel– el Chava Jiménez se distanciaba de Roberto Heras en ese kilómetro de máxima exigencia donde el bejarano era incapaz de ponerse de pie y hacer bailar su bicicleta.
La niebla impedía las tomas aéreas y la moto daba una diferencia de 41 segundos, insalvable para el corredor de Banesto. Entrados en el tramo más fácil de la ascensión apareció el Chava como un fantasma entre la niebla para ganar la posición a un exhausto Tonkov y alcanzar la gloria.
Roberto Heras, el más rápido
Las siguientes ediciones también llevaron el nombre de grandes escaladores. El primero en suceder al abulense en el palmarés fue el italiano Gilberto Simoni , único corredor que ha conseguido ganar en Angliru y Zoncolan, los ascensos con mayor coeficiente de una Gran Vuelta. Fue en el año 2000, y a pesar de ganar Gibo no fue el más rápido.
De atrás venía como un poseso Roberto Heras, el bejarano marcó marcó el mejor tiempo de subida hasta la fecha. Hasta hace muy poco era el único ciclista capaz de subir el Angliru a 18km/h de velocidad media. El líder del Kelme era un avión en este ascenso, y a la tercera fue la vencida, en la edición disputada en 2002 pudo escribir su nombre en la cima.
Un ascenso decisivo
Si algo tiene el Angliru en su corta historia es su alta capacidad para decidir la carrera. El mayor golpe en la general de la ronda española lo protagonizó el cántabro Juanjo Cobo en 2011. El bisonte puso en jaque la clasificación con un ataque a ritmo desde Les Cabanes. Cobo salió vestido de rojo y mantuvo el tipo hasta Madrid con un gran duelo ante el por aquel entonces desconocido Chris Froome.
Años después Cobo fue desposeído de La Vuelta por anomalías en su pasaporte biológico. En ese lapso de tiempo, otro Chris, de apellido Horner consolidó en esta cima su victoria en la Vuelta España 2013. Apodado el abuelo, fue el más longevo -casi 42 años- en ganar una gran vuelta. Ese día Kenny Elissonde aprovechó una fuga para escribir su nombre en tan preciado palmarés.
Los años de Alberto Contador
Otro gran triunfador en la historia del Angliru ha sido el corredor madrileño Alberto Contador, el único corredor que ha ganado dos veces. La primera de ellas la obtuvo en 2008. Curiosamente ese año empató a tiempos en la general final con su compañero de filas, Levi Leipheimer. Fueron los 39 segundos de bonificación conseguidos por Contador, los que decidieron al campeón.
Aunque la gran machada de Contador en el Angliru tuvo lugar en su despedida profesional. Era La Vuelta 2017. Quedaba un día para llegar a Madrid con Froome de rojo y ganador virtual. Ese día el de Pinto aprovechó la bajada de El Cordal para lanzarse a tumba abierta junto a su compañero Jarlinson Pantano y empezar el ascenso final con una pequeña ventaja.
El público que abarrotaba las cunetas se volcó con el madrileño y contagió a otros ciclistas más jóvenes -aunque igualmente rivales- a colaborar en la gesta. Los últimos kilómetros con el ciclista de Pinto bailando la bici en solitario fueron un auténtico homenaje al ciclismo épico protagonizado por Alberto Contador en su carrera. Fue la última bala de El pistolero de Pinto.
La tragicomedia de Jumbo Visma
Una de las situaciones más dantescas del Angliru se vivió en la edición de 2023. Tres corredores del mismo equipo, el Jumbo Visma, se disputaban el primer, segundo y tercer lugar de La Vuelta… ¿compañeros o enemigos? Por un lado, el ganador del Giro, Primož Roglič. Por otro lado, el ganador del Tour, Jonas Vingegaard. Y vestido de rojo de líder, su fiel escudero, Sepp Kuss. Quedaba un Angliru por medio…
A tres kilómetros para la cima entre una frondosa niebla Roglič lanza un primer arreón, coge unos metros hasta que entre la multitud y la niebla aparecen sus compañeros de equipo. Los tres en armonía a poco de coronar el Angliru. Pero casi en la cima, el líder Kuss echa la mano al pinganillo: ¡Guys, I’m dropped!, dice el americano. Solo tiene 29 segundos de ventaja y Roglic no mira para atrás. El líder se queda.
Llega a meta exhausto, y salva el liderato por tan solo 8 segundos. Y a pesar de que lo dejaron en la estacada, pudo ganar La Vuelta.
Autor: Javier Cosío
Photo: Diego Santos
Mejores tiempos de subida
Corredor | Tiempo | Carrera |
---|---|---|
Roberto Heras | 41m 55s | Vuelta a España 2000 |
Primož Roglič | 42m 27s | Vuelta a España 2023 |
Jonas Vingegaard | 42m 27s | Vuelta a España 2023 |
Chris Horner | 43m 06s | Vuelta a España 2013 |
Alberto Contador | 43m 12s | Vuelta a España 2008 |
Alejandro Valverde | 43m 34s | Vuelta a España 2013 |
Roberto Heras | 43m 55s | Vuelta a España 2002 |
Juanjo Cobo | 43m 57s | Vuelta a España 2011 |
Chris Froome | 44m 38s | Vuelta a España 2017 |
Alberto Contador | 44m 46s | Vuelta a España 2017 |
Chava Jiménez | 44m 50s | Vuelta a España 1999 |
Cómo llegar al Angliru
La subida a el Olimpo del ciclismo se encuentra a muy poca distancia de Oviedo, la capital de Asturias. Por ello cómo llegar al Angliru es bastante sencillo y muy accesible al público. Exactamente, el Angliru está ubicado en el concejo de Riosa. Si vienes de Oviedo por la N-630, te desvías hacia la carretera AS-231, una vez pasas los pueblos de Las Mazas y La Foz llegarás al pueblo de La Vega. Punto de inicio del Angliru.
Cómo subir el Angliru
El Angliru se divide en dos bloques de 6kms perfectamente diferenciados por el área recreativa de Viapará. El pistoletazo de salida tiene lugar en el pueblo de La Vega. Los primeros 5 kilómetros que oscilan entre el 5% y el 9% no tienen nada de enigmáticos y pueden llegar a desilusionarte si esperabas algo de otro mundo, pero más vale guardar fuerzas porque las vas a necesitar más adelante.
En este primer tramo hay varios desvíos a pequeños pueblos: el Cabornín, Grandiella… y algún cartel que indica el desnivel máximo, Teleno (9%). Después de esto llegas al tramo más fácil donde la pendiente es mínima, señal de que nos adentramos en Viapará, una zona recreativa que en vísperas de jornadas de ciclismo épico concentra todo el ambiente con la multitud durmiendo en tiendas de campaña.
Y llega el infierno. Últimos 6 kilómetros a más del 13% de media no aptos para cualquier desarrollo. El aperitivo: Les Cabanes, un cartel –innecesario para mí gusto, las piernas te lo indican– te señala que has llegado a este tramo de 400m en forma de chicane con máximas del 22%.
Pasados este punto nos espera un sufrimiento constante durante 3kms antes de llegar al climax. La Cueña les Cabres, lo más duro, su pendiente máxima (23,5%) mete mieu, pero la agonía de esta rampa es su dureza constante durante 1 kilómetro al 17,3% de media. Y de postre, tarta y helado, el Aviru (21,5%) y Piedrusines (20%), dos rampas de máxima exigencia antes de afrontar unos últimos 500 metros apacibles para bajar pulsaciones. 😊