Puertos > Europa > Italia > Alpes italianos > Zoncolan
Photo: Daniel Hughes
Monte Zoncolan, el puerto más duro del Giro de Italia
Cuando hablamos del Monte Zoncolan es inevitable no acordarse del Angliru, el puerto que cambió los recorridos de La Vuelta a España desde su aparición en 1999. A pesar de las similitudes que comparten, si nos atenemos al coeficiente del puerto, el Monte Zoncolan supera en dureza al gran puerto español.
La historia del Zoncolan
Tal vez el éxito del infierno asturianu fue el que marcó la inclusión –cuatro años más tarde– de este coloso alpino en el Giro de Italia. A pesar de que hay muchos otros factores que reflejan la dureza de un puerto en carrera como el clima, el esfuerzo acumulado o el propio estado del asfalto, si nos basamos en su coeficiente nos encontramos ante el puerto más duro jamás subido en una Gran Vuelta.
La vertiente humana del Zoncolan
La primera vez que este puerto ubicado en los Alpes Cárnicos se subió en el Giro de Italia no fue desde la vertiente más dura. Sutrio, una vertiente más humana y con una carretera más ancha que acumula su verdadera dureza en los últimos tres kilómetros.
Era el año 2003 y Gilberto Simoni –una vez superado su positivo por cocaína de 2001 debido a unos caramelos procedentes de Perú que le recetó una tía suya– campaba a sus anchas por la ronda alpina. Ese día a pesar de la enorme victoria de Gibo el mundo del ciclismo despertó por el Top 5 del pirata Marco Pantani. Era su mejor resultado en los últimos tres años, fue el último atisbo de mejora del pirata.
Photo: Daniel Hughes
Angliru vs Zoncolan
La primera vez que el pelotón internacional conoció el verdadero muro del Zoncolan fue en 2007. El Giro de Italia y los medios nacionales presentaban el puerto como el más duro de Europa. Se olvidaban del desconocido Grosse Oscheniksee austriaco.
Era el 30 de mayo de 2007, para el Saunier Duval fue un auténtico festín. Leonardo Piepoli regaló la etapa a su jefe de filas, Gilberto Simoni, ambos cruzaron la meta juntos y alzando los brazos. Por detras, la figura emergente de Andy Schleck ocupó el tercer lugar en la clasificación de la etapa. El luxemburgués se dio a conocer como gran escalador en las duras rampas del Angliru italiano…
«Gilberto Simoni es el único ciclista profesional que ha conseguido vencer en el Alto del Angliru y en el Monte Zoncolan»
5,68 watios/kg
Tres años después de la fiesta del Saunier Duval el Monte Zoncolan regresaba a la corsa rosa con una etapa de máxima exigencia por encima de los 200 kilómetros y con puertos de paso de importante desgaste como el Sella Chianzutan o el Passo Duron (7,4 km al 6,5%). Al finalizar la etapa, solo se hablaba de una cosa. El regreso del gran Ivan Basso.
El corredor del Liquigas había reventado en las rampas del 20% a Cadel Evans, poseedor por aquel entonces del arcobaleno. Las distancias de Basso respecto a sus rivales fueron significantes. Sin embargo, sus 5,68 watios/kg movidos en la subida final aún estaban muy lejos de su gran performance demostrada en aquel Tour de Francia de 2005 en el que se midió al mismísimo Lance Armstrong.
El gran Igor Antón
Al año siguiente la gran pared italiana vio bailar sobre la bicicleta a dos de los mejores escaladores españoles del siglo XXI. Mientras Alberto Contador vestido con la maglia rosa controlaba a los héroes locales Nibali y Scarponi, el vasco Igor Antón conseguía aquí su gran triunfo como profesional, un gran premio para un ciclista que tuvo La Vuelta en las piernas, pero nunca llegó.
Aventajó en treinta y tres segundos a Alberto Contador. El madrileño a pesar de ganar el maillot rosa fue desposeído de su victoria en el Giro por su positivo en lembuterol en el Tour de 2010. Meses después Scarponi recibió el título de ganador donde declaró, «Ahora quiero ganar el Giro en la carretera».
Froome 'El Renacido'
Una de las mejores subidas de los últimos años fue la de 2018, el corredor británico Chris Froome marchaba fuera del Top Ten con un rendimiento muy lejos de sus días de gloria en el Tour. Antes de la semana decisiva solo restaba el Zoncolan por ascender y Froome no estaba entre los favoritos.
A falta del último kilómetro solo quedaban dos británicos en cabeza, el sólido líder Simon Yates y Chris Froome, que tras un demarraje llegó solo a la cima… ‘El renacido’, titulaba la prensa al día siguiente. Froome acabó primero ese Giro de Italia, recuperó 12 puestos en ocho días, una exhibición portentosa en Colle de Finestre pasará a la historia de este deporte.
Autor: Javier Cosío
Mejores tiempos de subida
Corredor | Tiempo | Carrera |
---|---|---|
Gilberto Simoni | 39m 03s | Giro ’07 |
Leonardo Piepoli | 39m 03s | Giro ’07 |
Andy Schleck | 39m 10s | Giro ’07 |
Chris Froome | 39m 58s | Giro ’18 |
Simon Yates | 40m 04s | Giro ’18 |
Ivan Basso | 40m 42s | Giro ’10 |
Igor Antón | 40m 52s | Giro ’11 |
Alberto Contador | 41m 25s | Giro ’11 |
Rigoberto Uran | 41m 30s | Giro ’14 |
Vincenzo Nibali | 41m 31s | Giro ’11 |
Nairo Quintana | 41m 34s | Giro ’14 |
Cómo llegar al Zoncolan
Para llegar al Monte Zoncolán es necesario dirigirse al pueblo de Ovaro. Está situado en los Alpes Cárnicos al este de los Dolomitas casi haciendo frontera con Austria. En él hay una estación de esquí, una de las más importantes de la región Friuli-Venezia Giulia, con casi 30 kilómetros de pistas.
Cómo subir el Zoncolan
Para subir al Monte Zoncolan se puede ascender desde dos vertientes aunque nos vamos a centrar en la que arranca en el pueblo de Ovaro, la ascensión más dura de Europa para muchos. ¡Que no sea por desarrollo! Para subir esta pared cualquier desarrollo adicional es bueno, son 1.200 metros de desnivel en tan solo diez kilómetros.
Los dos primeros kilómetros son fáciles, 9,5% de media el primero y 5,7% el segundo. Es entonces cuando llegas al pueblo de Liariis. A partir de aquí toca apretar los dientes y empezar a sufrir: 5 kilómetros al 15,4% de media.
Aquí tres bicis de distancia son 10 segundos de ventaja. Además la estrechez de la carretera te impide hacer unas buenas eses para limitar la pendiente. Si superas estos cinco kilómetros es muy probable que toques el cielo. El cambio de altitud en tan pocos kilómetros se siente en el ambiente y en la vegetación.
Al final, una serie de túneles te indican que estás muy cerca de la cima. Después de varios kilómetros al 15%, las rampas finales al 10% son un bálsamo para las piernas. Si el día está despejado, el paisaje de la cima es espectacular.