Col de Izoard, el interminable y agónico puerto de los Alpes franceses

Los Alpes franceses están repletos de espectaculares pasos de montaña para goce y sufrimiento del ciclista. Alpe D’Huez y el Col du Galibier son sin duda los que más hazañas han vivido en sus rampas. Pero con permiso del Mont Ventoux hay un tercer puerto agónico e interminable con más de 35 ascensos épicos en sus inclusiones en el recorrido del Tour de Francia, no es otro que el Col d’Izoard.

Difícil de escalar por sus ambas vertientes. La subida desde Briançon se hace interminable, las rampas del Izoard te machacan con varios kilómetros donde la pendiente no baja del 8% y la altitud como hándicap. La otra vertiente aunque más corta, tiene un desnivel medio del 6,67%. Un puerto en mayúsculas que en la cima rinde homenaje a dos grandes, Louison Bobet y Fausto Coppi. Ahora te cuento el porqué…

Terrorífico

En los primeros años del Tour su creador Henrie Desgrange se dedicaba a buscar colosos alpinos y pirenaicos para hacer más épica la carrera. En 1922 en una de sus aventuras descubrió el auténtico Col de Izoard.

«El Izoard es interminable, tiene ese aspecto doblado que te hace pensar que lo dominas pero de repente te manda una cuesta que haría derrumbarse a una mula. El Izoard, esa terrible exigencia que se sitúa entre lo difícil y lo terrorífico», escribió sobre él Henri Desgrange.

En esos primeros años se ascendió consecutivamente hasta en seis ocasiones con victorias de Philippe Thijs, Henri Pélissier y por partida doble por Bartolomeo Aymo y Nicolas Frantz.

Guerra Civil

Antes de Bobet y Coppi hubo un hombre que mereció ser recordado en la cima del Izoard tanto o más que estos dos monstruos del pedal. Destacado como ciclista en una época convulsa, Gino Bartali había demostrado una superioridad extrema en los Alpes del Tour del ‘38 sentenciando la carrera en este puerto.

Mussolini había utilizado esta victoria como propaganda del régimen. La meteórica carrera de Bartali se paralizó por completo durante la II Guerra Mundial. En esos años el bueno de Gino Bartali mientras entrenaba por la Toscana transportaba en el cuadro de su bicicleta pasaportes falsos para salvar a judios condenados a la cámara de gas.

Cuando regresó al Tour ya era demasiado viejo para engrandecer su palmarés, así lo describía la prensa italiana. Era el año 1948 y llegaba al Izoard con 21 minutos perdidos sobre Bobet. El primer ministro italiano Alcide De Gasperi lo llama en la jornada de descanso. «Acaban de atentar contra el ministro Togliatti, estamos al borde de una Guerra Civil, puedes hacer mucho ganando etapas.»

Bartali Izoard 48
Bartali en solitario en los últimos kilómetros del puerto

A sus 34 años Bartali destrozó el Tour de Francia en los Alpes. Recuperó 20 minutos a Bobet en el Izoard y conquistó el amarillo al día siguiente con la Croix de Fer y el Galibier. A las órdenes del país, el italiano logró una gesta inaudita. Tres etapas consecutivas en los Alpes y su segundo Tour de Francia.

La Dama Bianca

En 1949, el italiano Gino Bartali se vio las caras con su eterno rival que a la postre lograría su primer Tour, Fausto Coppi. Fue una escapada épica, coronó en solitario La Madeleine, Vars, Izoard, Montgenevre y Sestriere, a Gino le había llegado su hora. Eran los años dorados del Izoard. Al verano siguiente es Louison Bobet el que pasa primero la cima y lo sucede Coppi en 1951.

Fausto Coppi Izoard
Fausto Coppi en 1951 vence en una etapa con final en Briançon.

Pero el gran año por el que será recordado el Izoard es el ‘53. Ante la ausencia de Il Campionissimo el ilustre Bobet estaba ante su gran oportunidad. El galo parte como favorito, pero incompresiblemente encara la última semana tercero a 3 minutos y 13 segundos de Jean Malléjac. Como un aficionado más Coppi sube el Izoard en coche junto a su amante Giulia Occhini, conocida como la Dama Bianca por un ortodoxo sombrero de color blanco que lució en un final de etapa en Sankt Moritz en un Giro de Italia.

Su relación con el ciclista fue un escándalo, en la época gloriosa de Coppi la italiana llegó a estar recluida por abandonar a su marido y sus hijos para unirse al corredor. Ese día Bobet se dispone a reventar el Tour de Francia en el Izoard, ataca y afronta las últimas rampas como líder virtual. Allí está Coppi junto a su novia y con la cámara de fotos preparada. Bobet se sabe ganador y mientras es fotografiado por el más grande levanta el pulgar en señal de victoria. En este encuentro histórico comenzó el legado de Bobet. Tres veces seguidas de amarillo en París.

Izoard Monumento Coppi Bobet Casse Deserte
Estela en honor de Fausto Coppi y Louison Bobet al paso por Casse Désserte

El puñetazo a Merckx

El Izoard había visto volar en el 72 a Eddy Merckx campando en solitario por Casse Déserte como los grandes campeones. Era su cuarto Tour de Francia y en el año 1974 llegaría el quinto. El mejor ciclista de todos los tiempos acababa de igualar al francés Jacques Anquetil conquistando cinco tours. Una proeza que el belga estaba dispuesto a superar al año siguiente.

En la rampa de salida de ese Tour del ’75 un elenco de corredores espectacular: Bernard Thévenet, Joop Zoetemelk, Lucien van Impe, Felice Gimondi, Francesco Moser y junto a ellos Eddy Merckx, el caníbal, el Ogro de Tervueren. Vestido para la ocasión en las filas del Molteni con el maillot arco iris de Campeón del Mundo lo cambiaría por el maillot verde en la primera etapa tras finalizar segundo y en la sexta por el maillot amarillo. Se presentó en los Alpes intratable de líder. La superioridad de Merckx acrecentaba el odio del público francés. En la primera etapa alpina con final en Puy de Dôme un trágico desenlace desvirtuó la carrera. Un espectador asestó un puñetazo a Merxck a pocos metros de la cima.

El Caimán sin apenas dormir y con unos dolores terribles siguió en competición para defender el amarillo con uñas y dientes. Dos días después, en el Col d’Izoard, el francés Thévenet iba a arrebatar a Eddy Merckx el liderato, fue el último puerto que vio a Merxck de amarillo.

Merckx Puñetazo Puy de Dome
Eddy Merckx esperando al doctor tras ser agredido a 150 metros de meta en Puy de Dôme.

El maillot a lunares rojos

Desde el año 2000 el puerto se ha ascendido hasta en seis ocasiones en el Tour. La primera vez en la era Armstrong el colombiano Santiago Botero hizo válida una fuga y se plantó en Briançon en solitario tras un descenso vertiginoso. La última vez fue en 2017 con Romain Bardet, Rigoberto Urán y Chris Froome jugándose la victoria final. Los tres ciclistas separados por tan solo 27 segundos y este coloso alpino es la última dificultad montañosa de la carrera. Curiosamente, una cuarta figura emergente les roba todo el protagonismo a los hombres del podiumWarren Barguil con el maillot a lunares rojos de la montaña ataca a 6 de meta y llega escapado a la cima marcando el mejor tiempo en la historia del puerto.

Izoard 2017 Warren Barguil
Barguil alza los brazos tras conquistar el Izoard con el maillot a lunares

Autor: Javier Cosío

Perfil Col d’Izoard (Altimetría)

Desde Briançon

19,2 km

Distancia

2360 m

Altitud

5,92 %

Media

1.136 m

Desnivel

Perfil Altimetria Col Izoard Briançon

Fuente: altimetrias.com

Desde Combe du Queyras

15,9 km

Distancia

2.360 m

Altitud

6,67 %

Media

1.060 m

Desnivel

Perfil Altimetria Col Izoard Combe du Queiras

Fuente: altimetrias.com

Mejores tiempos de subida Izoard

Pos. Corredor Tiempo Carrera Km/h
1 Warren Barguil 38m 15s Tour de France 2017 22.12 km/h
2 Romain Bardet 38m 35s Tour de France 2017 21.94 km/h
3 Chris Froome 38m 35s Tour de France 2017 21.94 km/h
# Christophe Moreau 40m 10s Tour de France 2006 21.06 km/h
# Leonardo Piepoli 40m 10s Tour de France 2006 21.06 km/h
# Levi Leipheimer 40m 10s Tour de France 2006 21.06 km/h
# Ricardo Riccó 40m 14s Tour de France 2007 21.03 km/h
# Andy Schleck 40m 40s Tour de France 2011 20.80 km/h
# Danilo Di Luca 40m 44s Tour de France 2007 20.77 km/h
# Francesco Casagrande 40m 54s Giro de Italia 2000 20.68 km/h
# Marco Pantani 40m 54s Giro de Italia 2000 20.68 km/h
# Egan Bernal 40m 55s Tour de France 2019 20.68 km/h
# Mikel Landa 40m 55s Tour de France 2019 20.68 km/h

Strava (Tiempos)

Cómo llegar al Izoard

Para escalar el Col d’Izoard hay que acercarse hasta la localidad de Briançon, la más accesible de las vertientes a escasos kilómetros de la frontera con Italia. Sin embargo, el puerto también se puede ascender desde la otra vertiente, más corta pero más épica pues posee un mayor desnivel y cuenta con ese tramo final tan característico denominado Casse Déserte. Para encarar el ascenso por esta vertiente hay que acercarse a Combe du Queyras (enlace a google maps) en la comuna de Vars.

Izoard

Cómo subir el Izoard

Para escalar el Izoard se puede hacer por sus ambas vertientes. Desde Briançon o bien desde Guillestre, esta última es la corta y épica subida por la vertiente de Combe du Queyras. Sin duda la más recomendable aunque ambas son espectaculares. La subida comienza por encima de los 1.000 metros con un acompañante de lujo, el río Guil, siempre paralelo al asfalto en casi todo el recorrido.

Una vez terminada La Combe de Queyras nos espera un tramo de dificultad media (6%) bastante recto antes de encarar una curva de izquierdas que nos sumerge en el Valle del Izoard. A medida que vamos cogiendo altura superamos pequeños pueblos alpinos como Arvieux a 11km de la cima. Venimos de un tramo al 3% y pasado este pueblo la pendiente cambia radicalmente. Primer kilómetro al 8% de media.

Los siguientes pueblos son Le Chalp y Brunissard, este último es un punto de inflexión en nuestro ascenso. Comienza el agónico Izoard. Curvas de herradura, rampas del 13%, terreno boscoso, paisaje lunar, kilometros al 9%… son 5 kilómetros sin sombra alguna rebasando la barrera de los 2.000 metros de altura y al 8,8% de media. Superado este tramo tocarás la luna.

Nos espera la parte más legendaria del Izoard. Al lado izquierdo de la carretera un ligero descenso y el monumento de Coppi y Bobet nos indica que estamos en La Casse Déserte. Un fenómeno geológico provocado por la erosión del viento y el hielo. En un terreno desértico de color ocre con varias rocas que se erigen como agujas. Un paraíso natural en medio del sufrimiento. Cuenta la leyenda que aquí los campeones llegan solos…

De aquí a la cima son dos kilómetros nada fáciles. Rampas de hasta el 14% antes de afrontar el último kilómetro al 7% de media. Aquí nos esperan las míticas paellas del Izoard y un paisaje único. Acabas de coronar otro mito del ciclismo. 😊

Fotos

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Paso Furka

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